Sobre el FLVR

El Festival Latinoamericano de Video se realiza desde 1993 en la ciudad de Rosario, Santa Fe, Argentina. Surgió de la iniciativa de un grupo de cineastas, cuyo objetivo era crear un espacio de encuentro para los realizadores del campo audiovisual. El entusiasmo del numeroso público que asistió a las proyecciones y la intensa y enriquecedora participación de estudiantes, docentes, intelectuales y aficionados en las mesas de debate develó que este primer Festival era un sueño encaminado y cumplido.  

Gracias a la cantidad y calidad de los videos enviados y al prestigio de los profesionales invitados, el encuentro fue creciendo en sus sucesivas ediciones. Delegados de distintos países del Movimiento Latinoamericano de Video nombraron a Rosario como “capital latinoamericana del video”. En aquella oportunidad se presentó un nuevo desafío: ¿qué hacer con ese valioso archivo de imágenes e historias? La Secretaría de Cultura, Educación y Turismo de la Municipalidad de Rosario impulsó la creación de la primera videoteca pública y gratuita, en el marco del III Festival.

Ante tal iniciativa, se presentaba un nuevo desafío: poner al servicio de la comunidad el valioso patrimonio de imágenes. Escuelas, universidades, asociaciones culturales y educativas se hicieron eco de la novedosa propuesta y comenzaron a consultar y pedir asesoramiento para incorporar el video a sus prácticas educativas. Con el correr de los años, se instauró en la agenda cultural de la ciudad la realización del Festival Latinoamericano de Video Rosario, siempre en el mes de septiembre.

En la edición 2001 se desarrolló el Encuentro de Documentalistas Fernando Birri, una verdadera eclosión de invitados nacionales e internacionales, estudiantes de todo el país, videos que representaban la más variada producción del continente, público que crecía día a día durante las diez jornadas del festival. Ese año marcó un hito en la historia de la institución y nuevamente se protagonizó un cambio cualitativo. En marzo de 2001, la Videoteca Municipal fue jerarquizada y se trasformó en el Centro Audiovisual Rosario.

En septiembre de 2011, el FLVR cumplió su mayoría de edad, en un momento muy especial de la historia del séptimo arte. Actualmente el cine se transforma en niveles insospechados tanto en su modo de producción como en su  expansión en distintos medios. En este recorrido, se cruza la voluntad pionera del FLVR por dar pantalla a producciones latinoamericanas con la posibilidad actual de estrechar cada vez más los lazos con países hermanos dando a conocer cinematografías que a pesar de ser cercanas, son poco frecuentes en nuestras salas. En dicha edición, El Festival Latinoamericano de Video modificó su nombre para incorporar el término más abarcador de Artes Audiovisuales pero continúa con la misma impronta de siempre.

En 2013 el FLVR cumplió veinte años, y lo celebró con la misma impronta de siempre, volviendo a sus "bases" y haciendo una revisión de todo lo acontecido en estas dos décadas donde el lenguaje audiovisual -en todos sus formatos- fue ganando espacios en las formas de relatar y retratar las realidades latinoamericanas.